¿Tus hijos respiran por la nariz o por la boca? Descúbrelo porque es crucial en el desarrollo de su boca (y puede evitar muchos problemas).

La respiración es una función innata, pero no todos los niños la realizan de forma correcta, normalmente derivado de problemas de los que no somos conscientes.

Respirar por la boca genera problemas en la salud en general y en la salud bucal en concreto, influyendo negativamente durante toda la etapa de crecimiento, desarrollo y maduración.

Por eso te vamos a explicar cómo afecta respirar por la boca y los pasos para que los niños realicen una respiración correcta que ayude a prevenir problemas bucales como la caries, el mal aliento y la sequedad bucal, y cómo ayuda a desarrollar adecuadamente los huesos de la boca de los niños y su forma de morder, previniendo en muchos casos la necesidad de tratamientos de ortodoncia.

¿Cómo afecta a los niños respirar por la boca o respirar por la nariz?

El órgano para la respiración es la nariz, que aporta diferentes beneficios para la salud como la filtración, calentamiento y humectación del aire, así como la limpieza del conducto lacrimal y la mucosa de los senos maxilares. Esto puede ayudar a prevenir infecciones respiratorias y alergias, y también puede contribuir a una mejor función pulmonar y cardiovascular.

Pero al respirar por la boca comienzan los problemas, ya que la lengua deja de apoyarse sobre el paladar que es cómo lo va moldeando durante toda la etapa de crecimiento del niño, desde el nacimiento hasta los 14-16 años. Así, el maxilar superior (hueso del paladar) crece en anchura y hacia adelante en todo su potencial, que es muy beneficioso para que se vaya conformando una mordida correcta.

Es decir, si la respiración, en vez de ser nasal, se realiza por la boca, se pierde ese estímulo necesario que genera la lengua, ya que esta queda en una posición baja, apoyada sobre la mandíbula inferior y no sobre el paladar (maxilar superior).

¿Qué consecuencias tiene para la salud de los niños respirar por la boca?

La consecuencia de este hábito a lo largo del periodo de crecimiento es una alteración en la forma del maxilar superior y de la mandíbula lo cual desemboca en múltiples problemas de mordida.

Hay niños que durante el día tienen un patrón de respiración nasal, pero durante las horas de sueño cambian ese patrón y comienzan a respirar por la boca, y esto es importante detectarlo.

¿Cómo saber si mi hijo respira por la boca?

Los niños que respiran por la boca, habitualmente, presentan ojeras oscurecidas, sueño inquieto, babeo mientras duermen y boca seca por la mañana, se hacen pis en la cama, se despiertan durante la noche (para beber agua, ir al baño…), tienen alergias inespecíficas, etc.

Obviamente esto son señales, no pruebas. Nosotras en la Clínica tenemos un truco muy sencillo, colocamos un pequeño espejo bajo los orificios de su nariz y les pedimos que echen aire lo más fuerte que puedan mientras mantienen la boca cerrada. Esto es el test de Glatzel con el que medimos el grado de permeabilidad nasal, o sea que valoramos la cantidad de aire que pueden expulsar por los orificios nasales y si lo hacen por los dos lados por igual.

Dependiendo de la edad en la que se diagnostique esta forma alterada de respirar podremos tratar sus consecuencias de una forma muy sencilla y sin aparatos (antes de los 6-7 años) o con un tratamiento de ortodoncia (a partir de los 7-8 años). Además de las consecuencias, os ayudaremos a corregir el patrón de respiración para que este se realice por la nariz. Esta será la llave para que el niño continúe el desarrollo de su boca de una forma más equilibrada.

Vildosola y Goyena - Ortodoncia infantil en Donostia-San Sebastián

¿Cómo corregir la respiración oral en los niños?

Cambiar el hábito de respirar por la boca a respirar por la nariz puede requerir de mayor esfuerzo y práctica en un niño que en un adulto por razones obvias, pero estos son algunos de los pasos que puedes seguir.

  1. Identifica la causa: es importante determinar la causa subyacente de la respiración oral porque puede deberse a problemas estructurales, como obstrucciones nasales, malformaciones o problemas dentales.
  • Tratamiento de las obstrucciones nasales: se pueden realizar lavados nasales con solución salina, descongestionantes o dispositivos de irrigación nasal para ayudar a despejar las vías respiratorias. En algunos casos estas obstrucciones están generadas por hipertrofia de amígdalas o adenoides y deberán ser valoradas por un otorrinolaringólogo.
  • Terapia miofuncional: un terapeuta puede trabajar con el niño para corregir los malos hábitos de respiración y promover la respiración nasal adecuada para fortalecer y mejorar la función de los músculos orofaciales.
  • Control del ambiente: crea un entorno propicio para la respiración nasal, evitando la exposición a alérgenos, contaminantes o el humo del tabaco y mantén una temperatura y humedad adecuadas en el dormitorio para prevenir la sequedad nasal.
  • Hábitos saludables: ayúdale a mantener una buena postura corporal, una alimentación equilibrada y fomenta la práctica regular de ejercicio físico porque estos factores también contribuyen a una función respiratoria adecuada.

En resumen, la forma de respirar del niño tiene un impacto significativo en su salud oral. La respiración bucal es muy común y genera problemas bucales, por lo tanto, es fundamental detectarla a tiempo ya que cuanto antes se aborde este problema más sencillo será corregirlo y evitar sus consecuencias como el desarrollo de maloclusiones dentales, deformidades óseas, caries y halitosis, entre otros, así como a nivel general, como alergias no específicas, dificultades respiratorias o fatiga.

De la misma manera que el pediatra supervisa que el niño crezca y se desarrolle desde su nacimiento hasta la pubertad, también debemos supervisar el correcto desarrollo de la boca y de las estructuras que la rodean desde una edad muy temprana y durante todo su desarrollo.

Por eso recomendamos que realicéis la primera visita de revisión de la boca de vuestros hijos a partir de los 12-18 meses; esto servirá para que os demos consejos que ayuden a que vuestros hijos se vayan desarrollando adecuadamente y a que detectemos de forma precoz cualquier alteración de este tipo en caso de que la haya para evitar problemas mayores. En Vildosola y Goyena tenemos gran experiencia en el cuidado de los niños y ofrecemos diferentes servicios para que, sea lo que sea, encontremos la mejor solución, de forma rápida, efectiva y duradera, mientras hacemos que para ellos la visita al dentista, sea casi como un juego que querrán repetir.

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