A qué edad hay que llevar a los niños al dentista, cada cuánto hacerlo y por qué.

Casi todas las madres y padres se hacen, y nos hacen, la misma pregunta: ¿con qué edad tengo que llevar a mi hijo/a al dentista por primera vez? Y a esta le sigue una serie de preguntas recurrentes: ¿para qué tiene que ir?, ¿qué se puede solucionar?, ¿les va a hacer daño?, ¿le van a coger miedo?, ¿desde cuándo tienen que lavarse los dientes?…

Por eso hoy os vamos a responder a todas las preguntas que los padres tenemos en la cabeza sobre la salud bucal de los peques de la casa.

1. ¿Cuándo debe hacer un niño su primera visita al dentista?

La primera visita al dentista debe realizarse a los 12 meses de edad, cuando empiezan a salir los dientes. En ella se revisan los dientes incipientes y también las encías, ya que en ese momento ya se pueden apreciar problemas como la mordida cruzada, la mordida abierta o alteraciones de crecimiento que pueden causar problemas importantes más adelante.

2. ¿Cada cuánto debe el niño hacerse una revisión?

Las revisiones deben ser mínimo anuales y, en ocasiones y según lo que se haya apreciado en las primeras visitas, se recomienda que vuelva cada 6 meses, especialmente por la posible aparición de caries.

Además, es muy importante acudir cuando se caen los dientes de leche y comienzan a salir los dientes definitivos, ya que aquí es donde se pueden apreciar ya con mucha más certeza no solo los problemas presentes sino, especialmente, los futuros, que suelen ser los más problemáticos.

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3. Mi hijo no va a querer ir, y allí no va a abrir la boca.

Si las visitas empiezan a los 12 meses el niño aún no es consciente de adónde va ni a qué va, luego no existe el miedo ni el prejuicio. Y si la dentista es empática y cariñosa se establece una relación de confianza entre ambos que evita el famoso “miedo al dentista” para siempre.

Además, si se empieza a acudir más tarde, cuando el niño ya se “enfrenta” a las situaciones que no le gustan o que desconoce, es importante que los padres generen una actitud positiva hacia el dentista y su labor; “el dentista te ayuda, no te hace daño”, y nunca se debe hablar mal delante de ellos del dentista, de las situaciones, ni amenazarles con llevarles si hacen algo mal (sí, esto sucede).

4. ¿Se les puede poner incentivos para ir al dentista?

Sí, como en cualquier otra situación de su vida en la que lo hacemos. Además, es bueno que en las primeras visitas se traten casi como un juego, se pueden llevar juguetes que les hagan sentir seguros o tratarlo como una historia. Ahora bien, ahí entra la mano del dentista con los niños, como en cualquier circunstancia en la vida, lo cual es muy importante y marca la diferencia.

5. ¿Cuándo se tienen que empezar a lavar los dientes los niños?

La higiene en casa debe empezar desde el mismo momento en el que le salen los dientes. De hecho, cuando toman biberón también hay que limpiarles los dientes, porque los azúcares de la leche pueden producir caries.

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6. ¿Los niños pueden tener caries?

Sí, claro, y es mucho más normal de lo que la mayoría de los padres creen. Por eso es tan importante la rutina de limpieza y las visitas al dentista.

Hay que tener en cuenta que los niños comen muchas cosas con azúcar, muchas más que los adultos, y eso provoca caries. Pero ellos no saben identificar las molestias, no saben que pueden tener caries en los dientes, y los padres no nos demos cuenta de su aparición (no tienen por qué ser visibles a simple vista). Solo somos conscientes cuando nos dicen que les duele, y entonces ya es tarde. 

7. Las caries pueden ser señal de algo peor, una mala alimentación, y el dentista también tiene que mostrarte esas claves que evitan muchos problemas.

Todo lo que come el niño afecta a la salud de sus dientes, porque son la primera barrera de contacto, un contacto intenso (proceso de masticación, degustación y deglución).

Por eso, conocer la importancia de la dieta y de su afección en su salud bucal es imprescindible para evitar problemas. Y un buen dentista te asesorará sobre los hábitos saludables y los hábitos dañinos en las edades tempranas, te dará pautas para ofrecerle una buena dieta y te describirá los productos que, aunque el marketing ha hecho pasar por saludables, son dañinos para su salud bucal, y normalmente también para su salud general: yogures azucarados, bebibles, Cola Cao, cereales azucarados, galletas, zumos, etc.

8. Higiene: el hábito se convierte en costumbre y la costumbre en rutina.

Por un lado, el niño que sabe que de vez en cuando va al dentista suele ser más aplicado en la limpieza. Y si les enseñamos y predicamos con el ejemplo, el hábito se convertirá en una costumbre, que si además la hemos acompañado de las razones por las que lo hacemos, pasa a formar parte de su rutina. Que es una muy buena rutina, por higiene y por salud.

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9. ¿Qué problemas presentes y futuros puede evitar llevar al niño al dentista?

La visita al dentista desde una edad temprana evita la aparición principalmente de las caries, pero lo más importante es que se detecta cualquier malformación que si se ataja en sus primeros estadios es mucho más sencilla de resolver, más rápido, menos invasivo y mucho menos costoso.

  • Evita la aparición de caries y, si aparecen, reducen su impacto y el dolor que producen en su boca.
  • Se descubren malformaciones que se pueden solucionar con un diagnóstico temprano.
  • Se descubren problemas como la mordida cruzada, la mordida abierta o alteraciones de crecimiento.
  • Se detecta casi cualquier problema con la salida de los dientes definitivos.

10. Si tienes un niño/a, llámanos y estudiemos su situación lo antes posible.

Como has visto, llevar a los niños al dentista cuanto antes está lleno de ventajas que van a solucionar problemas presentes y futuros. Lo que evita problemas mayores, tratamientos más complejos y se ahorra mucho dinero.

Por eso, si aún no has llevado a tu hijo al dentista llámanos, cuéntanos su situación, hagamos que tenga una primera visita fantástica y divertida y emprendamos el camino para que no tenga problemas en su boca, ni ahora ni en el futuro.

Un Extra muy Importante:

La respiración en los niños es clave para la salud de su boca, y para cosas que mucha gente ni sospecha.

Respirar correctamente es uno de los elementos esenciales para el bienestar, y mucha gente respira mal. Es un acto reflejo, esos que nuestro cerebro realiza sin que seamos conscientes, y nadie nos enseña a hacerlo bien.

Hay niños que respiran por la boca en vez de por la nariz, lo cual es determinante para el desarrollo de las estructuras periorales, influye en la aparición de las caries, ya que seca la boca, evita que la saliva realice su trabajo y modifica el Ph Neutro. Pero además influye directamente en la calidad del sueño del niño y en su capacidad de concentración. Lo cual es fundamental para él.

Por eso nosotras, entre todas las enseñanzas que damos a los niños y a sus padres, también les damos pautas de respiración que mejoran tanto la salud de su boca, como su salud general.